MICROINJERTO CAPILAR
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El microinjerto capilar es la solución a largo plazo y que no requiere de tratamiento crónico para evitar o reducir la calvicie. Obviamente, su éxito dependerá tanto de la labor del especialista como de las condiciones que reúna el propio paciente pero lo que está claro es que es la única manera de tener más pelo y de manera definitiva.
¿Qué es un microinjerto capilar?
El microinjerto capilar es un procedimiento estético mediante el cual se consigue realizar un injerto de pelo mediante una microcirugía, esto es, un proceso de cirugía en el cual se utiliza un microscopio cirúrgico.
Consiste en escoger cabellos sanos y que se sepa que no van a caer de una zona poblada, a poder ser de la cabeza del paciente, extraerlos con microbisturí y colocarlos en las zonas donde se padezca de calvicide.
Te preguntarás en qué difiere este procedimiento del implante capilar. En nada, este concepto y muchos otros (ponerse pelo, injerto de pelo, trasplante de pelo, implante capilar…) hacen referencia al mismo proceso, el de colocar pelo, atravesando la piel, en las zonas más despobladas, de mano de un profesional y mediante un proceso quirúrgico controlado.
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Características de un microinjerto capilar
Para terminar de conocer este concepto te dejamos, por supuesto, con sus características principales.
Tipos o técnicas
Hay diversas técnicas que se pueden llevar a cabo para ponerse pelo mediante microcirugía. Estas son:
- FUSS. Conocida como la técnica de la tira, lo que se hace es retirar una tira de piel del cuero cabelludo y, con ella, los folículos pilosos, para, acto seguido, colocarla en la zona donde no tenemos pelo.
- FUE. En este caso la extracción se da sólo para folículos pilosos, sin arrancar la piel. Estos se introducen, uno a uno, en microincisiones en la zona receptora.
- FUE robotizado. El mismo proceso anterior pero realizándose el injerto por parte de un robot.
- DHI. La esencia es la misma que en la técnica FUE, si bien, se deja pasar menos tiempo entre la extracción de un folículo y su inserción el la piel para que este se encuentre el menor tiempo posible sin nutrición. Se consigue con una máquina que raja la piel e introduce el folículo en un solo movimiento.
La elección de una u otra está en manos tanto del propio paciente y del médico especialista, que es el encargado de saber cuáles son las más adecuadas en función del cuadro clínica que se presente.
Obviamente, unas técnicas son diferentes a otra y, por ende, también lo serán sus tiempos de realización y cura y sus demás ventajas e inconvenientes.
Cuidados
Vas a tener que practicar los mismos cuidados tanto antes como después del procedimiento. Simplemente, cuanto más invasivo sea el procedimiento más y mejor recuperación necesitará. Dormir boca arriba e incorporado, no pisar el gimnasio, la playa o la piscina, tener cuidado al vestirte… Nada del otro mundo.
Resultados
El resultado definitivo se dejará ver, a más tardar, al año de haberte realizado el microinjerto capilar.
Estos son muy naturales en todos los casos. La diferencia radica en la cicatrización, siendo más evidente con la técnica FUSS, como es de suponer, pero, por supuesto, fácilmente disimulable en cuanto te crezca un poquito el cabello.